Nuestros vinos nacen, se elaboran y evolucionan en la montaña. En valles desérticos situados en el corazón de los Andes, con su clima austero, su topografía accidentada, su suelo pobre y su entorno natural indómito. Todos y cada uno de nuestros vinos están influenciados por la montaña. Su personalidad y su carácter nutren a nuestras uvas, y luego los vinos tienen aromas y sabores que expresan el terruño cordillerano.
La bodega
Nuestra bodega es una fortaleza de piedra natural y sustentable, completamente integrada al entorno. La quietud, el uso de materiales nobles, el silencio, las grandes aberturas y la temperatura controlada de manera natural buscan recrear una continuidad entre el adentro y el afuera, entre la bodega y la montaña.
El estudio de arquitectura Bórmida & Yanzón se inspiró en el sistema constructivo ancestral de la pirca, utilizado por los Huarpes, pueblo originario de estas tierras, quienes construían sus edificaciones mediante el apilamiento de piedras de la zona de diversos tamaños y formas encastradas manualmente. La bodega con su impronta anticipa las laderas rocosas de la precordillera con sus explanadas y jardines, con solados de piedra de río, de ripios y granzas, con pastos rústicos y cortaderas características del entorno. La diferencia entre el interior y el exterior es casi imperceptible; bodega y montaña conviven en un ecosistema integrado y perfecto.
La construcción expresa con elocuencia su naturaleza andina con un diseño que hace alusión a los centros ceremoniales prehispánicos. Sus inmensos muros ciegos de piedra reformulan las ancestrales pircas huarpes y aportan a los interiores los beneficios de su inercia térmica, ideal para el vino. Se combina con armonía, modernidad y tradición; naturaleza y técnica.
Bodega Séptima y sus anchos pasillos, sus espacios luminosos, sus plazas secas, sus espacios amplios y su terraza en el seno de la montaña ha sido reconocida con varios premios por su arquitectura, consolidándose como una de las bodegas más elegantes y vistosas de la Argentina.
Bodega Séptima está emplazada en la zona alta de Agrelo, departamento de Luján de Cuyo, Mendoza, rodeada de nuestra Finca Emblema y sus 150 hectáreas plantadas con vides. Tiene 5.500 m² de superficie cubierta y elabora tres millones de botellas de vino al año, que se venden tanto en la Argentina como en mercados internacionales.
El estudio de arquitectura Bórmida & Yanzón diseñó en este punto privilegiado una de las bodegas más hermosas de Mendoza. Además del valor estético, la técnica de pirca basada en el apilamiento de piedras naturales del Río Mendoza permite el aislamiento térmico de la bodega necesario para conservar las temperaturas estables de elaboración de forma natural y sustentable. Con sus paredes de piedra, sus materiales nobles y sus colores naturales, la bodega se integra armónicamente al entorno de la montaña.
Agrelo, en Luján de Cuyo, es un valle situado entre los 800 y 1.050 metros de altura con condiciones inmejorables para el cultivo de la vid. Emplazada en la parte alta de esta localidad, la Finca Emblema es el ícono de Bodega Séptima. Sus vides adultas, sanas y equilibradas, implantadas en un terruño con características privilegiadas, otorgan uvas de altísima calidad enológica.
Luego de un largo trabajo de zonificaciones descubrimos que hay ciertas variedades –como Malbec y Sauvignon Blanc- que dan expresiones más finas y definidas en el Valle de Uco. Por eso, mientras Agrelo nos otorga el esqueleto de los vinos, la estructura, la sedosidad, la amabilidad, la redondez y las expresiones de madurez, el Valle de Uco nos aporta frescura, acidez y tensión a nuestros vinos. La zona de Gualtallary, en Tupungato, suma mineralidad y elegancia; y Los Chacayes, en Tunuyán, músculo y ciertas notas florales.
Para nosotros, descubrir la diversidad de terruños y varietales de la Argentina es el primer paso en la búsqueda de la más alta calidad.
Nuestra Finca Emblema, situada en el corazón de Agrelo, tiene suelos pobres de formación aluvional, inmejorables para el cultivo de la vid. Su composición es muy heterogénea, en algunas zonas es más arenosa y en otras franco-arenosa o pedregosa; por lo tanto, para estudiarlos y ver cómo se comportan las raíces de las plantas, los agrónomos de Bodega Séptima utilizan calicatas.
La calicata de la foto es una excavación realizada en un cuadro muy representativo de la finca, que en los primeros 40 centímetros muestra una textura franca, sin presencia de piedras. En esta franja se encuentra la mayor proporción de raíces (de sostén y absorbentes) que se distribuyen y exploran el suelo en ese segmento. A partir de los 40 centímetros y hasta los 1,50 metros de profundidad se observa un cambio muy pronunciado en la textura: una capa franco-arenosa con gran presencia de carbonato de calcio que recubre las piedras redondas. Este perfil de suelo presenta muy baja capacidad de retención de agua y nutrientes, lo que facilita el drenaje y promueve una baja expresión vegetativa de la viña, beneficiando toda la energía en sus frutos.
Nuestra enología es limpia, de poca intervención y respeta tanto las características varietales como las del terroir en el que nacen las uvas. Asimismo, fermentamos los mostos en distintos recipientes para lograr distintas capas de sabores y aromas en cada uno de nuestros vinos. Además de los tanques de acero inoxidable y las barricas, adquirimos cubas de roble de 4.500 litros que otorgan vinos más estables en cuanto a color, con mejor expresión de fruta y presencia de madera, y taninos suaves y bebibles.
Elaboramos vinos actuales, con sentido de terruño e identidad varietal, a partir de uvas de excelente calidad y técnicas de vinificación innovadoras.
Un pilar clave
La innovación, la investigación y la experimentación son los pilares de Bodega Séptima, están en nuestro ADN, ya que también forman parte de la concepción de Codorníu Raventós. Como bodega joven y parte del Nuevo Mundo vitivinícola tenemos una cuota de rebeldía que se expresa, fundamentalmente, en la innovación e investigación. Buscamos hacer vinos novedosos que también sean genuinos representantes de nuestra tierra y ser creativos respetando nuestra historia y herencia de productores de vinos de calidad.
Fuimos pioneros en Agronomía en llevar adelante una verdadera agricultura de precisión estudiando hilera por hilera y realizando mapeos por lotes. En enología llevamos adelante un trabajo de experimentación con microvinificaciones, cofermentación con orujos, investigación de levaduras indígenas y elaboración con diferentes making y recipientes de fermentación y crianza.